Talento y excelencia:
Para proporcionar un servicio de excelencia, captamos profesionales de talento y les facilitamos los mejores instrumentos de formación y colaboración para que puedan ofrecer a nuestros clientes unas prestaciones de alto nivel y cumplir con sus expectativas.
Espíritu de equipo:
Creemos firmemente que la unión hace la fuerza. Por éste motivo desarrollamos un espíritu de equipo, de cohesión y de colaboración para crear un entorno de trabajo eficiente y agradable, y así poder tratar los asuntos más complejos y prestar un servicio óptimo a nuestros clientes.
Capacidad de adaptación:
Ante asuntos cada vez más complejos, multidisciplinares, multisectoriales y, muy a menudo internacionales, nuestros abogados se adaptan a cada situación, trabajando en equipo, propio o conjuntamente con corresponsales internacionales o de otras disciplinas, para así proponer a los clientes soluciones imaginativas y especificas.
Pragmatismo:
Proveemos a nuestros clientes soluciones pragmáticas y concretas, para que la prestación del servicio que reciban les sea de utilidad y se ajuste a sus pretensiones y necesidades.
Transparencia:
En la ejecución del mandato recibido, cumplimos escrupulosamente las instrucciones del cliente.
Asesoramos de forma pedagógica para que sea siempre el cliente quien tome la decisión que sea de su interés.
Actuamos con total transparencia, para que el cliente esté informado de las actuaciones realizadas en su representación.
Aceptamos los mandatos de nuestros clientes, únicamente si después de un estudio previo, tenemos la convicción de poder cumplirlos según las normas deontológicas que nos rigen.
Diligencia:
Nuestros clientes, particulares, sociedades y grupos de sociedades, requieren un servicio rápido y efectivo, en el marco de su actividad económica. Por éste motivo, prestamos nuestro asesoramiento con diligencia e informando al cliente, en la medida que sea posible, de los plazos de ejecución de nuestros trabajos.
Lealtad:
Ejercemos nuestra profesión de abogados, manteniendo un escrupuloso respeto a nuestras obligaciones de confidencialidad y demás normas deontológicas.
Actuamos con independencia, garantizando que nuestro asesoramiento no se guíe por otro interés que el de nuestro cliente.
Prestamos nuestro servicio lealmente, y en consecuencia rechazamos asesorar a clientes que puedan tener intereses susceptibles de ser contrarios.
Respetamos nuestra obligación legal de confidencialidad de forma absoluta e ilimitada en el tiempo.
Cumplimos con nuestro deber de información y de diligencia informando al cliente de las posibilidades de éxito, de la evolución del asunto, de las vías de recurso, y de la estimación del coste de nuestra intervención.